¡Sí! Pero su historia comienza en Edimburgo, la capital de Escocia, donde nació su fundador Juan Mouat en 1809. Creció en una ciudad marcada por la innovación científica y tecnológica, donde además aprendió el oficio de relojero, porque en esos años, medir el tiempo era tan importante como manejar datos hoy en día. Fue aprendiz de Robert Bryson, un maestro en la fabricación de cronómetros que también diseñó el reloj sideral del City Observatory, el observatorio de la ciudad. Ahí, el tiempo se determinaba con un telescopio de tránsito, usando las estrellas como referencia ¿Sabías que la hora del reloj era producto de la astronomía?
Convertido ya en relojero profesional, en 1836, Juan Mouat emigró desde Edimburgo a Valparaíso. Fundada durante la época colonial, la ciudad se encontraba en proceso de consolidarse como un puerto estratégico en la navegación marítima en el Pacífico, atrayendo inmigrantes de todo el mundo. En 1837, a un año de su llegada, Juan ya había establecido su relojería en las inmediaciones de la plaza de la Aduana, hoy plaza Sotomayor. La experiencia y conocimientos de Juan, particularmente en medición astronómica del tiempo y nuevas tecnologías, resultaron claves para los proyectos que desarrolló en su ciudad adoptiva ¿Te imaginas por qué?
Plaza de la Aduana
En 1836, la plaza de la Aduana era el punto de llegada para quienes arribaban por mar a Valparaíso. Rodeada de actividad comercial y edificios públicos, era la puerta de entrada de migrantes a Chile. Allí desembarcó Juan, iniciando su vida en un puerto, una ciudad y un país en plena transformación.
Aduana
En 1831, el arquitecto escocés Juan Stevenson construyó el edificio de la Aduana en Valparaíso, combinando funcionalidad y elegancia neoclásica. Stevenson dividía su tiempo entre la arquitectura pública y el diseño de maquinaria para la minería en el norte del país. Fue una gran influencia para el joven Juan Mouat, quien más tarde se unió a su familia al casarse con su hija Lorenza.
Ruinas del Castillo San José
El castillo San José fue un fuerte español construido en 1692, el cual funcionó como centro del gobierno colonial en Valparaíso. En 1822, un fuerte terremoto lo dejó gravemente dañado, derrumbando gran parte de su estructura. Curiosamente, la ruina del castillo coincidió con los primeros años de vida republicana, simbolizando el fin del orden colonial y el inicio de una nueva etapa para Valparaíso y el país.
El Observatorio
El observatorio de Valparaíso, un emprendimiento privado, fue una de las primeras instalaciones científicas de Chile.. Su existencia quedó registrada en 1843 en un artículo de El Mercurio, que celebraba su aporte al progreso del país. Desde su observatorio, Juan conectaba la observación astronómica local con redes globales de navegación, ciencia y tecnología.
La Relojería
El primer emprendimiento de Juan en Chile fue su relojería, establecida en 1837 en la esquina de la plazuela de la Aduana. Durante el siglo XIX, la relojería británica era sinónimo de precisión y, en un puerto como Valparaíso, un relojero era clave para el comercio, la navegación y la ciudad.
Cerro Cordillera
A mediados del siglo XIX, el cerro Cordillera comenzó a urbanizarse tras el loteo de los antiguos terrenos del castillo San José. La nueva urbanización mantuvo en su trazado elementos clave del desaparecido fuerte, tales como sus caminos y forma general. Elevándose sobre la plaza de la Aduana, el cerro ofrecía una vista privilegiada hacia la bahía y el puerto.
Gran Cometa de 1843
El gran cometa de 1843 fue un fenómeno astronómico visible en todo el mundo, con su mayor esplendor entre febrero y marzo. Sorprendió por su brillantez y una cola excepcionalmente larga, convirtiéndose en uno de los cometas más espectaculares del siglo XIX y dejando registros en prensa y libros de la época.
El Edificio
El edificio del observatorio fue probablemente diseñado por Juan Stevenson, arquitecto y suegro de Juan Mouat. Combinaba elementos clásicos de la arquitectura chilena, como gruesos muros de adobe, un patio central y techos de tejas a dos aguas, con detalles neoclásicos de influencia europea. Además de observatorio, fue también casa familiar.
El Timeball
El timeball era el instrumento más visible del observatorio. Inventado en Inglaterra a comienzos del siglo XIX, fue una revolución en las ciudades puerto. Consistía en un mástil y una esfera que caía a una hora exacta cada día. Visible desde toda la bahía, permitía a los barcos ajustar sus cronómetros antes de zarpar.