Historia

La astronomía nos ofrece una bella dicotomía: buscamos el futuro mientras miramos el pasado. Cuando observamos cuerpos celestes en el cielo lo que vemos en efecto es su luz que viaja desde el punto de origen hasta nuestro cielo. La luz del sol, por ejemplo, demoró ocho minutos en alcanzarnos, mientras que, en otros casos, para cuando la luz de ciertas estrellas es visible en nuestro cielo, dicha estrella ha muerto. 

En 1836, en medio de los avances tecnológicos producidos en el curso de la revolución industrial, un joven inmigrante llamado John Norbert Mouat llegó desde Escocia al puerto de Valparaíso. Este hombre tenía una profesión –relojero-, una mente curiosa y un ojo particular para buscar soluciones. A cuatro años de su llegada, en 1840, nuestro personaje compra en remate público un particular sitio que forma parte de los terrenos del antiguo Castillo San José́, una fortificación española que, tras sufrir daños irreparables en el terremoto de 1822, fue dada de baja, sus terrenos subdivididos y posteriormente subastados. De manera estratégica, Mouat compra un lote que ofrecía una vista ininterrumpida tanto de la bahía como de la plaza de la aduana y su antiguo muelle –actual plaza Sotomayor-. En este terreno, Mouat hace construir su observatorio y, junto a este, su casa familiar y centro de operaciones. 

El mar, el cielo y el tiempo

De profesión relojero, un hecho anecdótico de su obra es la reparación del cronómetro Kendall 2 (K2), del barco H.M.S. Bounty¹, famoso por el motín ocurrido abordo, y que actualmente se encuentra en el Museo Marítimo Nacional en Greenwich, Inglaterra. No anecdótico, es el interés particular de Mouat por establecerse en el puerto de Valparaíso e instalar su negocio de venta y reparación de relojes y cronómetros, actividad vital para el desarrollo de la actividad marítima. 

La medición del tiempo ha sido históricamente una aplicación práctica de la astronomía. La observación de los ciclos percibidos a partir del movimiento aparente de los cuerpos celestes en el cielo permitió al ser humano registrar y prever el paso del tiempo desde tiempos antiguos. La invención del reloj mecánico en el siglo XV hizo posible desarrollar aparatos portables, los cuales, en conjunto con los avances en astronomía, permitieron realizar viajes transoceánicos. Las nuevas rutas de navegación surgidas requerían datos exactos con los cuales poder determinar coordenadas: latitud (astros) y longitud (tiempo).  En términos de latitud, el astrolabio, y posteriormente el sextante, posibilitaba medir la altura en altamar del sol en su tránsito al medio día o de ciertas estrellas en el firmamento, lo cual seguido de unos simples cálculos aritméticos permitían determinar la latitud.

Otro asunto era la medición de la longitud. Los cálculos basados en la posición de la luna y las ocultaciones de estrellas eran complejos.  Este problema se logró solucionar a mediados del siglo XVIII con la invención de cronómetros marinos de gran precisión, los que permitían conocer la hora del meridiano de Greenwich en todo momento, del cual uno de sus primeros exponentes era el cronómetro K2, antes mencionado.  Su comparación con la hora local, que se determinaba por la observación del sol y las estrellas mediante un sextante, y de almanaques publicados por instituciones de reconocido prestigio, permitían conocer la longitud.  Sin embargo, debido a su carácter mecánico y automático, los cronómetros utilizados a bordo eran particularmente susceptibles a pequeñas variaciones, siendo necesario ajustarlos cada cierto tiempo.

El Observatorio

En la víspera del paso del cometa en 1843, Mouat instala en el ‘torreón’ octogonal de su casa el que sería el primer observatorio astronómico de Chile. Al respecto, El Mercurio de Valparaíso informó en su edición del 27 de Febrero de 1843:

¡Un observatorio astronómico en Valparaíso!

Nunca toma la pluma con más placer un escritor verdaderamente interesado en el engrandecimiento y prosperidad del país, que cuando tiene que anunciar una mejora, un hecho útil, un paso dado hacia los altos objetos del siglo y el género humano; y es este sentimiento que hoy nos anima a poner al conocimiento del público la fundación de un observatorio astronómico en nuestra progresista ciudad de Valparaíso.²

Admirados por este nuevo establecimiento, los habitantes de la ciudad comienzan a llamar la casa ‘El Observatorio’ y saludaban a Mouat con un animado ‘¿Descubrió alguna estrella nueva Don Juan?’. 

Si nos trasladamos al presente, encontraremos que Chile alberga actualmente el 30% de la capacidad mundial de observación astronómica. En la próxima década se espera que esta cifra aumente hasta llegar al 60%. El observatorio de Mouat fue el primero de muchos. 

Con los años, el inmueble perdió el carácter y la memoria de su primer habitante y constructor. Llama la atención que ni la forma de la vivienda, ni la del recinto donde trabajaba, corresponden hoy a la idea de cúpula que asociamos a un observatorio; más aún, de no ser por publicaciones y anécdotas de la época que describen su labor de observación astronómica y climática, hoy no tendríamos indicios de este legado. Así, la investigación se centra en determinar los hechos que fundamentan este aspecto de su obra.

El Meridiano

Entre los logros más destacados y no conocidos de Juan Mouat está la determinación exacta del Meridiano de Valparaíso. Cabe señalar que hasta el momento que Mouat mide con su cronómetro la longitud real de Valparaíso, diversos estudios realizados en los siglos XVIII y XIX indicaban que la longitud del Castillo San Antonio, que quedaba a los pies del cerro Artillería, era 71º41´30˝ W.  En la realidad este cálculo situaba ese castillo en el mar, a unos 3 km de la costa y unos 6 km de la posición real del fuerte, por lo que estaba errado. Las observaciones de Mouat permiten localizar correctamente al puerto en 71º38´W³.   

Es importante señalar que en 1839⁴ se acordó adoptar 25 estaciones como “meridianos secundarios”, para distinguirlos de primarios como Greenwich o Copenhague, dado que estos puntos se encontraban muy distantes.  La ubicación de los meridianos secundarios era determinada por observaciones astronómicas. Antes de la convención de emplear a Greenwich como el meridiano que expresa la longitud, en las expediciones geográficas se estilaba anotar la latitud asociada a uno de estos meridianos secundarios. En la época, el Meridiano de Valparaíso servía de referencia para toda la costa oeste de América del Sur, y en consecuencia, su correcta determinación era esencial para una navegación segura.

Don Juan determina el meridiano y ubica sobre él el salón octogonal de su observatorio. Posteriormente realiza nuevas mediciones para corregir la posición de esta línea virtual junto con James Gilliss, quien lideró una expedición científica norteamericana y construyó un observatorio en el cerro Santa Lucía, posteriormente convertido en el Observatorio Astronómico Nacional. Con respecto a esto, Gilliss señala: 

“Como prueba adicional de la exactitud de la determinación de la longitud por medio de cronómetros, les recuerdo el hecho que Mr. Mowat, de Valparaíso, determinó la diferencia de longitud entre Santiago y Valparaiso por este medio en enero de 1852, y esta es la diferencia se corroboró, con una muy pequeña fracción de segundo, con nuestra determinación por medio de telégrafo eléctrico en Septiembre de 1852”⁵.

Carlos Moesta, fundador y primer director del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), describe en 1853 el procedimiento utilizado por Gilliss⁶

Por puntos de comparación se elijieron en Santiago el Observatorio Nacional i en Valparaiso el pequeño observatorio del señor Mouat, colocado al lado de la torre de la Aduana. Este último observatorio posee un pequeño instrumento de tránsito, por medio del cual nuestro sabio el señor Gilliss, determino el tiempo sideral correjido de Valparaiso. Del mismo modo se observó en el Observatorio Nacional el tiempo sideral de Santiago i, hechas todas las correcciones i tomadas las precauciones que a este respecto prescribe la ciencia, se compararon estos dos tiempos en las oficinas del Telégrafo Eléctrico con relación a Santiago i Valparaiso, en cuyas oficinas se colocaron los correspondientes cronómetros. La comparación se hizo de tal manera que primero se dieron 5 golpes en Valparaíso, cuyo tiempo se observó por medio de los cronómetros en ambas oficinas; a estos siguieron 5 golpes dados en la oficina de Santiago i así alternativamente hasta que en todo se habían practicado 100 golpes de los tiempos observados”.


Luego enfatiza: “Debemos pues considerar el resultado: 3.m 56. s 512 como aproximado de una fraccion 0.021 de un segundo a la verdad misma. Un gran número de observaciones de la luna se ha hecho con respecto a la diferencia de lonjitud entre el Observatorio Nacional i el de Greenwich, i luego que estén reducidas estas observaciones, tendremos al mismo tiempo la exacta diferencia de lonjitud de la torre de la Aduana de Valparaiso con respecto al meridiano del Observatorio de Greenwich

Moesta nombra la torre de la aduana, ubicada a pocos metros de la casa Mouat, como punto de referencia para las mediciones. Sin embargo, sabemos que las mediciones fueron realizadas en el Observatorio. Según los Anales de Facultad de Ciencias y Matemáticas,

El telégrafo recién se instalaba (por Wheelright a quien se le otorgó la concesión en 1851: el “Telégrafo Americano”), y Gilliss alcanzó a aprovecharlo para calcular en 1852 la diferencia de longitud con Valparaíso cuyas coordenadas habían determinado todas las expediciones científicas venidas al Pacífico en los siglos pasados, especialmente la del ingeniero francés Frezier que exploró estas costas a principio del siglo XVIII. Gilliss hizo personalmente las observaciones en el observatorio que tenía el señor Juan N. Mouat junto a la torre de la aduana, pocos pasos al oeste del castillo del Rosario, en que había observado Frezier⁷.

Es necesario mencionar que el castillo del Rosario es un nombre alternativo para el castillo San José, sobre los terrenos del cual Juan Mouat construyó su observatorio, mientras que la oficina de telégrafos de Valparaíso se ubicó a un costado de la Relojería Inglesa, de propiedad del mismo Mouat. 

Gillis empleó el tránsito portátil de Mouat para determinar precisamente la hora local desde el Observatorio y compararla con Santiago, lo que permitió calcular la longitud real del meridiano. Utilizando el mismo telégrafo, ambos investigadores realizan observaciones pioneras en sismología. Benjamín Vicuña Mackenna escribe en 1877:

Hízose también memorable aquel año entre nosotros por haberse inaugurado en nuestro suelo el primer observatorio astronómico por la industria de un simple particular, el relojero de Valparaiso don Juan Mouat. Con el objeto de regular los cronómetros de su establecimiento de comercio i los de los buques que llegaban a la bahía, edificó ese intelijente i emprendedor injeniero, en un lugar conveniente, dominando aquella en toda su estensión, un meridiano calado en la techumbre, i dotó al aposento con todos los instrumentos de observación i de comprobación de que era por aquellos años posible echarmano, cuya innovación fue aplaudida con entusiasmo por todos los hombres de progreso. “Nunca toma la pluma con mas placer, esclamaba en un diario de esa época, un escritor verdaderamente interesado en el engrandecimiento i prosperidad del pais, que cuando tiene que anunciar una mejora, un hecho útil, un paso dado hácia los altos objetos del siglo i del jénero humano, i es éste el sentimiento que hoi nos anima al poner en el conocimiento del público la fundación de un observatorio en nuestra progresista ciudad de Valparaiso.” (El mercurio de Valparaiso 27 de febrero de 1843)⁸.

Vicuña Mackenna deja claro que Mouat marcó en el torreón de su observatorio (caló) el punto exacto por donde pasaba el meridiano de Valparaíso, la torre de la Aduana estaba muy cercana de este punto. El calado corresponde al corte en muros y techo a través del cual se realizaron las observaciones con el tránsito fijo al interior del observatorio.

El Telescopio de Tránsito

El peculiar salón octagonal de la casa albergó el principal instrumento del observatorio: el tránsito. Este correspondía a un pequeño telescopio montado sobre unas bases fijas que permitía la observación precisa de la posición y el tránsito de los cuerpos celestes, permitiendo determinar la hora exacta, información que sabemos era vital para la navegación en alta mar. El instrumento se orientaba un meridiano, línea a partir de la cual se medían las observaciones; este se marcaba mediante un corte continuo en los muros norte, sur y la cubierta del recinto, a través del cual se observaba el cielo. Ejemplos de salas de tránsito pueden encontrarse hoy restauradas en los observatorios de Greenwich en Londres y Calton Hill en Edimburgo.

Respecto al salón octogonal, El Mercurio de Valparaíso describió su función y contenidos:

Un pequeño salón de forma octógona colocado sobre el cerro en el ángulo nordeste del antiguo castillo de San José, es el local destinado para las principales observaciones. En su centro está colocado de modo permanente, y sobre bases firmes aún para el caso de un temblor, el instrumento del ‘transito’, que sirve para observar el paso por el meridiano del sol, de la luna y demás astros. Para esto, se halla trazado el meridiano de Valparaíso en una hendidura de una tercia de ancho que toda la pieza en sus paredes y en su techo, dejando de este modo un claro por donde el anteojo del ‘transito’ puede dirigirse a cualquier astro que pase el meridiano celeste en cualquier latitud⁹.

La determinación del Meridiano de Valparaíso fue crucial para el establecimiento del telescopio de tránsito en el observatorio del cerro Cordillera. Al estar el instrumento correctamente alineado, es posible seguir el movimiento aparente de determinados astros en el cielo sobre la línea del meridiano, al pasar dos veces por sobre esta cada día gracias a la rotación de la Tierra sobre su eje. El tiempo medido entre los tránsitos sucesivos de una estrella es constante, lo que permitía corregir el tiempo en relojes y cronómetros. Una vez calibrada la relación entre el tránsito y el meridiano, era posible dejar una marca en el horizonte como manera de comprobar rápidamente la correcta alineación.

Como de las observaciones del ‘tránsito’ dependen enteramente de los cronómetros, y el conocimiento también de los principales fenómenos astronómicos, su colocación sola bastaría para dar la mayor importancia al establecimiento; pero el Sr. Mouat no se contentado con esto y trata de darle mucha más latitud. Por ahora cuenta ya con un hermoso telescopio, que podrá ser colocado fuera del salón, en un local a propósito para recorrer con él toda la bóveda celeste, y observar los eclipses de los satélites de Júpiter, tiene también un termómetro, un barómetro y un simpiesómetro para llevar un diario de observaciones atmosféricas; a los que va a agregar un anemómetro para observar la fuerza de los vientos, y un pluviómetro para las lluvias¹⁰.

El observatorio fue un gran emprendimiento científico.

El Time Ball

También en 1843, El Mercurio de Valparaíso menciona por primera vez el observatorio de Mouat. Este mismo año, The Nautical Magazine en Reino Unido, citando una publicación del periódico antes mencionado, describe la operación de un time ball en los terrenos del observatorio. 

TIMEBALL EN VALPARAISO — Nos enteramos por un ejemplar de El Mercurio de Valparaíso, que nos ha sido enviado, que el Sr. Mouat ha establecido una Bola de Tiempo en su Observatorio en el ángulo noreste del Castillo de San José, en Valparaíso, con el fin de permitir que las embarcaciones en la Bahía sincronicen sus cronómetros. No se indica el momento de su caída¹¹.

Este dispositivo, propuesto en Gran Bretaña en 1824 por el capitán de marina Robert Wauchope y construido por primera vez en 1829 en Portsmouth, Inglaterra, consistía en un mástil con una bola visible desde el puerto, la cual se subía a lo más alto de su soporte, para luego ser dejada caer a una hora determinada, informando a los marineros de los barcos anclados la hora exacta y permitiéndoles ajustar sus cronómetros. The Nautical Magazine informaba regularmente de los avances tecnológicos que surgían para asistir la navegación. En ediciones previas a la de 1843 había publicado la instalación de time ball en otros puntos del Imperio Británico, los cuales habrían servido a Mouat de referente para la fabricación, instalación y manejo del time ball de Valparaíso, cuarto en el mundo y el primero América. Gracias a este instrumento, don Juan entregaba información a las naves ancladas en la bahía para calibrar sus cronómetros, permitiéndoles una navegación más segura a sus puertos de destino.

Un time ball debía ser visible desde cualquier punto de la bahía, condiciones que ofrece la puntilla nororiente de los terrenos del antiguo Castillo San José. El Observatorio era parte fundamental de la operación de Mouat en Valparaíso, puesto que requería de la observación astronómica para la determinación exacta de la hora local, es decir, el tiempo solar medio. En palabras de una publicación del año1845 en un almanaque británico,

El tiempo sideral se determina a partir de observaciones regulares del tránsito de ciertas estrellas sobre el meridiano, cuyas posiciones han sido cuidadosamente determinadas. A partir de esto se obtienen los datos adecuados para encontrar el tiempo solar medio⁴.

Asimismo, la relación necesaria entre el tránsito de los astros y las coordenadas terrestres, nos llevan a la razón por la cual Mouat instala su casa en el lugar que lo hace: el Observatorio se encuentra sobre el Meridano de Valparaíso.

El Meridiano

Entre los logros más destacados y no conocidos de Juan Mouat está la determinación exacta del Meridiano de Valparaíso. Cabe señalar que hasta el momento que Mouat mide con su cronómetro la longitud real de Valparaíso, diversos estudios realizados en los siglos XVIII y XIX indicaban que la longitud del Castillo San Antonio, que quedaba a los pies del cerro Artillería, era 71º41´30˝ W.  En la realidad este cálculo situaba ese castillo en el mar, a unos 3 km de la costa y unos 6 km de la posición real del fuerte, por lo que estaba errado. Las observaciones de Mouat permiten localizar correctamente al puerto en 71º38´W³.   

Es importante señalar que en 1839⁴ se acordó adoptar 25 estaciones como “meridianos secundarios”, para distinguirlos de primarios como Greenwich o Copenhague, dado que estos puntos se encontraban muy distantes.  La ubicación de los meridianos secundarios era determinada por observaciones astronómicas. Antes de la convención de emplear a Greenwich como el meridiano que expresa la longitud, en las expediciones geográficas se estilaba anotar la latitud asociada a uno de estos meridianos secundarios. En la época, el Meridiano de Valparaíso servía de referencia para toda la costa oeste de América del Sur, y en consecuencia, su correcta determinación era esencial para una navegación segura.

Don Juan determina el meridiano y ubica sobre él el salón octogonal de su observatorio. Posteriormente realiza nuevas mediciones para corregir la posición de esta línea virtual junto con James Gilliss, quien lideró una expedición científica norteamericana y construyó un observatorio en el cerro Santa Lucía, posteriormente convertido en el Observatorio Astronómico Nacional. Con respecto a esto, Gilliss señala: 

Epílogo

La relojería y el Observatorio no fueron los únicos emprendimientos de Don Juan. Durante un viaje al norte del Chile, con el fin de observar algunas faenas mineras, se encontró́ con que la mayor parte del trabajo se realizaba a mano y el traslado de los minerales se hacía a través de animales de carga. En vista de la riqueza de la tierra y las oportunidades de crecimiento, Mouat solicita una concesión de construir y explotar un trazado de ferrocarril de Copiapó a Caldera para agilizar el proceso de traslado de minerales para exportación. Debido a la falta de recursos propios para desarrollarlo, Mouat vende en 1848 el proyecto a Wheelwright, quien finalmente lo ejecuta. Años después, instala un astillero donde se construyen algunas de las primeras naves a vapor de Chile, una fundición que surtía componentes a las líneas de ferrocarril que siguieron a la suya y fue, además, uno de los fundadores de la primera compañía de bomberos de Valparaíso. Su incansable trabajo y búsqueda de oportunidades de desarrollo lo llevaron eventualmente a la bancarrota, debiendo finalmente vender su querida casa. Juan Mouat muere en Valparaíso el 20 de Mayo de 1871. Tras su muerte, Valparaíso ya no fue la misma.

Arreglo de Cronómetros. – No hai en Valparaiso observatorio astronómico ni anteojo de pasos montado convenientemente, que sirva para el cálculo de la hora i el arreglo de los cronómetros de los buques. Los capitanes de las naves mercantes ocurren a la relojería. Los capitanes de las naves mercantes ocurren a las relojerías de Raffertin i de Peyroulx para la compostura i arreglo de los suyos. El precio que se paga por el arreglo de un cronómetro, o sea por dar el estado absoluto i el movimiento diurno, es de 4 pesos 50 centavos.¹³

Como hemos aprendido en el curso de nuestra investigación, la obra de don Juan Mouat unió el paisaje terrestre, marino y celeste. Asimismo, nos damos cuenta que no sólo el cronometro K2 une la historia de Greenwich con Mouat y Valparaíso, también lo hacen el Observatorio, un meridiano y su time ball.

El Observatorio es probablemente el edificio más antiguo la ciudad, habiendo sido testigo de distintas edades de Valparaíso y sobrevivido a incendios, terremotos, e inclusive un bombardeo. Actualmente cuenta con una declaratoria de Monumento Histórico Nacional (Castillo San José) que lamentablemente no da cuenta de su patrimonio inmaterial, ni su importancia para la ciudad, el país y el mundo. Sin embargo, es probablemente gracias a esta protección que sigue en pie. Hoy comenzamos a recuperar su historia y celebrar su legado.

¹ N de A: His Majesty´s Ship Bounty

² El Mercurio de Valparaíso, 27 de Febrero de 1843. ¡Un observatorio astronómico en Valparaíso!

³ Risopatron, Luis.  1924.  Diccionario Jeográfico de Chile.  Imprenta Universitaria. Pág. 920.

Nautical Magazine 1839. On the longitude of the principal maritime points of the Globe.  En “The practice of navigation and nautical astronomy. Pp. 380-381.

Gilliss, J.M.1865. The U.S. Naval Astronomical Expedition to the Southern Hemisphere during the years 1849-`50-`51-`52.  Vol. II. Pág 70.

Moesta, C. 1856. Breve noticia relativa a la posición occidental de la América del Sur.  En “Anales de la Universidad de Chile 1856: serie 1”. Pp 367-371.

http://revistas.uchile.cl/index.php/AFCFM/article/viewFile/36873/39144. Pág. 48.

Vicuña Mackenna Benjamin. 1877. Ensayo histórico sobre el clima de Chile: (desde los tiempos prehistóricos hasta del gran temporal de julio de 1877). Imprenta del mercurio de Valparaíso. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-86626.html pg.297. N de A: Otro hecho curioso que se desprende de los escritos de Vicuña Mackenna (1931: 333) es que Juan Mouat coincidiera con el después magnate James Lick, que vivió en Valparaíso en 1836.  Lick fue un excéntrico filántropo que financió el Observatorio Lick, en Mount Hamilton, San Francisco USA, en su época el mayor telescopio del mundo. Con el correr de los años, en 1903, se instaló en Chile el Observatorio Foster o Lick del Sur (Lick Southern Observatory), en el cerro San Cristóbal.

El Mercurio de Valparaíso, 27 de Febrero de 1843. ¡Un observatorio astronómico en Valparaíso!

¹⁰ El Mercurio de Valparaíso, 27 de Febrero de 1843. ¡Un observatorio astronómico en Valparaíso!

¹¹ Nautical Magazine and Naval Chronicle for 1843 Journal of papers on subject connected with Maritime Affairs. London. Simpkin, Marshall, and Co. P 768

¹² The Illustrated London Almanac 1845. London. Illustrated London News. P 28.

¹³ Anuario Hidrográfico de la Marina de Chile. 1880. P 328